Si está pensando en construir su casa, y crear un espacio amigable con la naturaleza, una gran opción es utilizar adoquín, en lugar de vaciar con cemento y concreto.
En la actualidad existen muchas plazas, calles, parques, y espacios públicos que utilizan adoquines de concreto para el piso, debido a la estética que ofrecen a este tipo de espacios.
Ahora, la tendencia se ha extendido hasta las residencias que han implementado este material, para lograr que haya una armonía y una estética en los pisos del patio, del jardín o de las áreas comunitarias. Cheque aquí sus beneficios:
Económico. No necesita base para su colocación, y tampoco intervienen procesos químicos ni térmicos. Esto hace que la elaboración del adoquín, y su posterior colocación, pueda ser ejecutada el mismo día, o de un día para otro.
Fácil mantenimiento. Una falla en la instalación o en el bloque es fácil de arreglar, ya que, a diferencia del asfalto, no es necesario destruir y retirar el mismo. Al ser bloques ordenados, se pueden retirar y reemplazar por unos nuevos.
Estético. Con el adoquín puede realizar diseños más originales y jugar con diferentes composiciones. Al estar conformado por varias piezas, hacen que se rompa la monotonía impuesta por el asfalto. Se pueden fabricar con diferentes colores para incorporar dibujos decorativos sobre el suelo.
Efectivo. El agua se filtra entre los adoquines, de tal forma que se evitan problemas de charcos o acumulaciones. También resisten las elevadas temperaturas, y cuenta con un alta resistencia al desgaste y a las rayaduras producidas por vehículos.
Duradero. Tanto la piedra, como, sobre todo, el hormigón impreso, se desgastan con el paso del tiempo, y el tráfico de vehículos. El adoquín soporta mejor estas cargas.
Son elementos que permiten la filtración del agua, dejando que esta misma llegue al suelo, a diferencia de los pavimentos tradicionales de asfalto, que bloquean el acceso del agua, hacia el interior. Un adoquín bien colocado y bien cuidado, puede tener una vida útil que supera los 40 años.