A 250 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, en la región finlandesa de Lapland, se encuentra el Hotel Kakslauttanen.
La aurora boreal, es uno de los mayores regalos de la naturaleza, las esquivas ‘luces de norte’, rara vez dan muestras de su eclosión en el cielo, por eso hay que esperar y esperar durante las frías noches nórdicas, por si hicieran acto de presencia.
A 250 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico, en la región finlandesa de Lapland, se encuentra el Hotel Kakslauttanen. El complejo alberga una singular villa de iglús (The Igloo Village), fabricados con vidrio termal que permiten al visitante contemplar la aurora boreal, y el espectáculo del cielo nocturno a través de sus cúpulas transparentes. El interior de los iglús, apenas es lo suficientemente grande para albergar un baño, y unas lujosas camas, desde las que disfrutar de las vistas cómodamente a buena temperatura, frente a los 30 grados bajo cero del exterior.
Aparte de las 60 camas disponibles dentro de los iglús de hielo, el hotel tiene 20 iglús de cristal termal. La particularidad de este tipo de cristal es que no se empaña, y la vista se mantiene siempre clara, lo que es ideal para ver auroras boreales. Cada iglú de cristal tiene un WC, y camas de lujo. Cada tarde, además, se enciende la mayor sauna de humo del mundo, presente en este complejo, y la cual cuenta también con un agujero en el hielo.
La temporada de auroras boreales comienza en septiembre y termina en marzo. Es posible verlas desde agosto, pero no es muy seguro. Y en verano, aunque no hay auroras, existe el fenómeno conocido como el ‘Sol de Medianoche’, en la que el sol puede quedarse sin esconderse del todo.